Archivo del Autor: Celia Ramón Wyser

Acerca de Celia Ramón Wyser

Periodista que quería ser escritora, presente. Como tengo multiintereses, tengo multiblogs. En HayqueserPOSITIVO.com, reflexiones para buscar la puntilla optimista a este mundo de locos. En @1parde2, la loca vida de la maternidad gemelar. Y en @TUBYSCU, cuando después de trabajar en marketing y comunicación me da por ponerme irónica con el mundillo, un poco de influencers y dospuntocerolandia. ¡Virtuencantada!

#AsíNo: Terror al contenido copiado y otras pesadillas de blogger

Lo entiendo, crear contenido es difícil. Ser original es cada vez más complicado. Y total, Internet es muy grande y ya hay mucha información, para qué matarse pudiendo tomar prestado?

No es que lo entienda, es que lo sé. Que crear es complicado y tedioso y difícil. Que ser original cuesta. Por eso hablo dejando las entrañas en mi blog, porque si hablo de mí y mis experiencias y hago mis reflexiones es posible que tenga un estilo propio y post personales.

Pero, eh, oye 👋

Sí, tú… El que busca y encuentra en Internet. El que fusila textos y se los atribuye sin una triste cita del origen… El que cuelga fotos ajenas 😱😱😱😱 y además de niños 😱😱😱😱😱😱😱😱😱😱😱

Una cosa te voy a decir:

#AsíNo!!!

Nunca.

En los mandamientos de la blogosfera está claro: «NO COPIARÁS». Nunca.

En todo caso:

  1. Saludarás y comentarás el blog que tanto te inspira.
  2. Si quieres citar el post, pondrás comillas, dirás quién es el autor, pondrás un link al contenido original y te asegurás que tu cita no excede el 20% del total del post.
  3. Si lo que quieres es repostear el contenido íntegro, pedirás permiso y esperarás a tenerlo antes de hacer nada. Si te dan permiso, genial, repostea y sigue los mínimos de la buena educación (citar, poner link al contenido original y dar la contraprestación que te pidan). Y si no te dan permiso, sigue buscando o escribe tú.
  4. Las fotos no son tuyas. Busca en bancos de imágenes que hay cientos con imágenes gratuitas. O sigue el paso 3 con las fotos.
  5. Y si te pillan, pude perdón por lo menos!!! Y ofrece solución y compensación!!!!

Aish… Lástima que los Ladrones de contenido del mundo no me leerán.

Pero oye, que siempre puedes hacer como muchas blogueras indignadas que no callan y gritar bien fuerte #asíNo mientras denuncias a San Google y pides explicaciones a los usurpadores!!!

Eso después de haber mirado, como dice ella:

En este post explican qué hacer si te copian.

Resumen: Si encuentras contenido plagiado, habla con el copiador o denuncia a Google.

No seas inconsciente. Piensa antes de hablar. 

No deja de sorprenderme la estup… digo, la inconsciencia humana. De verdad, me supera. Quién te ha dicho, alma cándida, que estar detrás de una pantalla te protege de tus propias palabras. No recuerdas el sabio refranero? Por la boca, queridos, muere el pez. Por la boca, por el tuit, por el post de facebook, por el blog, por el vídeo… Que sí, que sí, que tienes derecho a la libertad de expresión y de opinión. Que fue un calentón. Que te confundiste. Que el dedo se fue solo. Pero… Recuerdas aquello de «no hagas los demás lo que no quieres que te hagan a ti»? 

Tu derecho a la libertad de expresión choca con el derecho al honor del otro. Con el derecho a la intimidad. Con el sentido común, incluso. 

Vamos a tener que recuperar la queja de bar, gente, así por lo menos solo quedas como un imbéc… Digo, un inconsciente, ante el camarero de turno, que tiene inmunidad ante la estupid… digo, la falta de tacto y poco don de la oportunidad. 

Veamos…

  • Tras tu queja hay personas
  • Tras tu lamentación hay empresas que luchan por sobrevivir y hacerlo lo mejor posible
  • Tras tu comentario hay consecuencias en tu entorno y para tu imagen

Antes de hablar piensa bien: 

  • Mi comentario sirve para algo? Arregla o soluciona algo? 
  • Hago daño a alguien? O a su imagen? 
  • Cómo me percibirán quienes me lean? Qué imagen doy? 
  • Comprometo a alguien más de mi familia o a mí empresa con lo que digo? 

Piensaaaaaa…

  • «Es una estafa»… Vale, estás enfadado, pero la ESTAFA es un delito. Seguro? Leíste bien la letra pequeña y puedes seguir afirmando una acusación tan grave? 
  • «Ojalá te mueras»… Vale, te cae mal, no comulgas con sus opiniones o actos, pero… La muerte? En serio? Eso donde te deja a ti? 

Para muestra un botón: Por el tuit muere la tuitera. 

Te lo dice hasta Madresfera en este interesante podcast… 

Ayer subimos un podcast atemporal, amiguitos, que podéis escuchar, compartir y recomendar a todos los usuarios de redes sociales, bloggers, podcasters etc porque lo que hablamos con nuestra abogada madresférica Ana Spinola de Ad&Law se puede aplicar a todos los que usamos canales de difusión y redes sociales.

La conclusión: antes de hablar/escribir, párate y piensa. 

De nuevo: Ojo con lo que compartes y comentas en redes sociales, por tu marca personal, por tu empleo, por la marca de tu empresa y porque tiene consecuencias legales! Estar al otro lado de la pantalla no te inmuniza de nada! 

Querido influencers: Menos lobos. Te ofrezco lo que puedo. 

Queridos influencer: partamos de la base que mis intenciones son buenas. Que como marca (o en nombre de la empresa x) te ofrezco lo que puedo. Que quiero ser justo en el trato y que intento que todos ganemos, yo difusión, y tú algún contenido que te pueda interesar, producto y dinero. Sí, soy consciente que tu posicionamiento y tu comunidad te han costado tiempo, esfuerzo y hasta dinero. Sí, soy consciente que hacer una foto y publicar un post y luego gestionar comentarios y reacciones tiene su trabajo. Soy consciente de todo ello y por eso intento que nuestra relación sea de win-win. 

Te pido por favor, querido influencer, que no me presupongas mala gente, un aprovechado que se hace de oro a tu costa ni un caradura de si-cuela-cuela. 

No dudo que has tenido malas experiencias con empresas poco serias que pedían el oro y el moro por nada o que después de todo el trabajo, el trato quedó en agua de borrajas. Pero yo también, como empresa, he tenido malas experiencias con compañeros influencers que tras recibir lo pactado no cumplieron con los mínimos acordados. Y sin embargo, amigo influencer, no te juzgo a ti por la mala praxis de otros. Sería injusto, verdad? 

Querido influencer, a veces, cuando te ofrezco algo como muestras de producto más una remuneración baja (como 50€, por ejemplo), es realmente lo máximo que te puedo ofrecer. No todas las empresas son grandes magnates con beneficios de récord Guiness. A lo mejor soy un autónomo, un emprendedor o una PYME que intenta abrirse un hueco. 

Por supuesto, puedes rechazar mi oferta. Porque es una oferta. 

  • Por supuesto podemos intentar negociar: más producto, un poco más de remuneración, una colaboración de varios post… Entonces podré decidir que como menos colaboraciones y reparto más entre menos gente, por ejemplo. 
  • Por supuesto, entiendo que tengas contratos con mi competencia y que no me puedas ayudar. Es lícito y admiro que respetes el acuerdo; si lo tuvieras conmigo también querría que lo respetaras. 
  • Por supuesto, entiendo que tienes un caché al que, por ahora, quizá, no puedo llegar. Pero quién sabe, puede que en el futuro sí pueda. No te cierres puertas reaccionando con cajas destempladas. 
  • Por supuesto, entiendo que mi producto no te interesa, no te convence, no va contigo o que tienes dudas éticas o lo que sea. Que quizá no tiene nada que ver con tu comunidad. Pero si me planteas tus dudas quizá tenga respuesta. 

Es increíble como los influencer más grandes, con miles y miles de seguidores y representantes te responden «no» con mucha educación. Y como, sin embargo, otros de mil y poco seguidores a los que has contactado humildemente porque te gustaba su perfil (porque te lo curras y antes de contactarles has mirado qué hacen, cómo lo hacen, qué les gusta…) te responden muy indignado y enfadados que tu propuesta es indigna y una vergüenza y otras lindezas que no viene a cuento reproducir. No hace falta. Sé que eres influencer, pero grande, pequeño o mediano, la buena educación y las formas por delante: menos humos, menos lobos caperucita. Que no he visto egos más inflados ni tanta susceptibilidad como en este mundillo. Bastaba con un «No me interesa» o un «mis condiciones mínimas son x». El ego mató al influencer. 

    Querido influencer: Mi puerta está abierta. No me la cierres en los morros, por favor. Hablemos 😉 

      Internet no se controla

      #InternetNoSeControla 👉🏼 He aquí el mensaje importante del día… Y como es importante lo comparto por doquier… En Hayqueserpositivo.com, aunque me salga del tema habitual, y aquí, que ya pega algo más… Pero el resumen es: 

      • Piensas lo que escribes? Lo que los demás leen e interpretan de lo que escribes (no de lo que has querido decir).
      • Te planteas las fotos que compartes?
      • Eres consciente de las opiniones y rastros que dejan tus likes, comentarios, comparticiones y hasta silencios? 
      • Y si eres padre, madre, tutor… Sabes lo que hacen tus hijos desde esos móviles tan inteligentes o prefieres seguir escudado en que «yo eso del facebook no lo entiendo»? 

      Os comparto parte de la reflexión del post original y de paso os presento a Nico y a mi otro blog Hay que ser positivo 😉 


      Recibo un WhatsApp gracioso con una imagen a compartir y con el siguiente enunciado «Por si podeis reenviar… Una profe está haciendo un experimento con sus alumnos de 3°ESO para que tomen conciencia de la rapidez con la que se difunden imágenes sin poder controlarlas». Lo primero que me viene a la mente es que es buena iniciativa, simple, rápida, rastreable en cuanto salga de WhatsApp (ese supuesto entorno «privado») para ir a parar a cualquier red social. 

      [ 278 more words ]

      http://hayqueserpositivo.com/2017/03/01/internet-no-se-controla-mucho-ojo-nico

      No usarás el hashtag en vano 

      – Hombre, Celia! Tú por aquí!!!

      – Ay sí – con cara avergonzada de circunstancias y mirada a la punta de los zapatos… – Es queeeee… La vida, el post diario en hayqueserpositivo.com (que es una temática más libre y menos pro que me inspira un poco más tras el trabajo continuo en comunicación), es que el blog de los mellizos también lo tengo pelín desatendido, es que el trabajo (infinito), es que…- 

      – Bueno, bueno, excusas!!! Querer es poder, es cuestión de organizarse, tienes que priorizar, y bla y bla y blablablá…

      – Glups, vaaaaaale… cosas que hago y nadie que quiera evolucionar con su blog o canal debería hacer: 

      1. Ser inconstante: dos post por semana por allá, el silencio absoluto por allí. MEEEEEC! 
      2. Desaparecer en las redes: mutis por el foro es para el teatro. Seguro que como mínimo hay post interesantes que compartir… Sí, la curación de contenidos también lleva tiempo. 
      3. No responder ni comentar: lo de tener comentarios moderados está muy bien… Siempre y cuando moderes… 
      4. Ser fiel a ti y a tu público: está feo eso de cambiar de temas o ritmos de publicación de pronto. 
      5. Disculparse… todo el rato. Pedir perdón por desaparecer está bien pero tampoco puede ser que estés todo el rato justificándote.

      – Pero oye, esto no iba de hashtags? 

      – Ay madre, es verdad!!! Yo pasaba por aquí después de tanto tiempo con un mensaje importante; No usarás los hashtags en vano!!! 

      Que las almohadillas seguidas de esas palabras y tan majas sirven para que la gente localice publicaciones de su interés. Por eso: 

      • Poner un hashtag que no viene a cuento es como mentir. Tus seguidores pensarán «una y no más, Santo Tomás». Si pones #sinfiltro, es que la foto es «sin filtro», si hablas de #sexo, hablas de eso y no de la empanadilla de la tía Encarni. Que no nos engaaaaaaañeeeeennnnn. 
      • Cuánto más mejor… NOOOOOOOO!!! No seas pesao! 
      • Pa’ qué pones hashtags en ruso si no tienes ni idea de ruso… En cristiano, por favor (lo que sea cristiano para ti, que si escribes y hablas multiidiomas, puedes multihashtaguear.
      • Medida creativa: sí, #yotambiénonventohashtagsmoloneseinfinitosquenocabenentwitterninadierecuerda… Uno hace gracia, pero no hagas el post entero así que es difícil de leer. 

      Y… Colorín, colorado, a ver si vuelvo pronto a vuestro lado 😉 

      No usarás los hashtags en vano

      No usarás los hashtags en vano

      Influencer, protégete

      Querido influencer, 

      Después de mucho esfuerzo, de tiempo y hasta dinero invertido, tu blog o tu canal YouTube o tus perfiles están tomando forma. Tienes contactos, comentarios, comparticiones, una bonita comunidad y hasta haters. 

      Has dado un paso más allá y has profesionalizado la web, con dominio propio, diseño, incluso un agencia que te representa. Perooooo… Has tomado las precauciones básicas para que no te roben, suplanten o chantajeen? Ojo… Protegete: 

      1. Tu dominio es tuyo: ten claves, DNS y toda la información a mano. 
      2. El hosting también… Y el acceso a la web… Todo tuyo! Mantén el control de tus datos y los accesos. 
      3. Si alguien tiene tis datos para gestionar por ti perfiles, publicidad o lo que sea, mejor si le das un acceso que no sea el tuyo y a ser posible con permisos restringidos. Si es suficiente con ser «moderador» o «autor», porqué das permisos de administrador? 
      4. Cambia tus contraseñas regularmente. Sobre todo si dejas de trabajar con alguien que tenía accesos. Haz limpieza. 
      5. Revisa qué herramientas usas, descarta las que ya no utilices y revoca permisos. 
      6. Haz copias de seguridad. De todo. De la web, del código, las fotos, los post, los vídeos, el material en bruto… Ninca se sabe. 
      7. Recuerda, tu imagen eres tú y tú eres tu canal, que no te suplanten. Si alguien habla por ti, que las pautas estén muy claras: qué decir, en qué tono, qué no decir, vocabulario… 
      8. Cumple las normas de las redes con que trabajas, no vale la pena arriesgar tu esfuerzo por hacer las cosa mal (tener un perfil personal en vez de página en Facebook, por ejemplo). 
      9. Respeta y te respetarán. Hazte valer pero siempre con buenas formas. 
      10. Consejo final: toda precaución es poca. No te la juegues. 

      Y tú qué precauciones sigues? 

      Ojo con el «por si»: te están robando

      «Por si fuera verdad»… Compartes ese post que dice que te regalan un iPhone o un coche!!! En serio? Un coche por compartir en redes? Ah, no, que había que rellenar un formulario con datos. Pero no es un sorteo, eh? Es entrega directa de tu merecidísimo premio -ironic mode on-, que rellenar un formulario es muy difícil u requiere mucha entrega… Bueno, entregar sí entregas… Tus datos. Y una bonita puerta para que te roben mucho más que información (que no es poco). Obviamente, ni coche 🚗 ni móvil 📱 ni ná de ná… Silencio. Con suerte te llega solo el molesto SPAM, con algo de fastidio, un bonito virus de regalo 🎁 y con mucho arrepentimiento del «por si» quizá directamente un hacker con robo. Por favor, por favor te lo pido, piensa. El «por si» no suele traer nada bueno. Ni para ti ni para todos esos amigos con los que compartes ni para aquellos que también piensan, al ver tu publicación, «es demasiado bonito para ser verdad, pero por si…». Si te parece demasiado bueno es que muy probablemente lo sea. No piques. Y si te tienta, busca la marca que se supone regala el coche, es probable que estén advirtiendo del timo. Copia parte del texto y googlea, te saldrán advertencias por todos lados. Sospecha. Hasta ahora has sido FELIZ sin ese móvil 📱 ni ese 🚗 y seguirás siéndolo, a menos que tu ingenuidad y falta de precaución con la ciberseguridad te traigan un disgusto. Con cariño te lo digo 😘

      Falsos premios y robo de datos

      Falsos premios y robo de datos

      En blog cerrado no entran moscas

      Ni en el blog ni en el canal YouTube ni en tus redes sociales: si no quieres que se sepa ni se comente, mejor cierra la boca 2.0. 

      Recuperó hoy un post que escribí hace meses… Y sigue sirviendo! 

      Porqué no debes escribir todo lo que piensas… Empecemos por el principio…

      En blog cerrado no entran moscas

      En blog cerrado no entran moscas

      No vayas a escribir en tu blog todo lo que piensas, que como dice el refranero popular (a veces tan sabio), «en boca cerrada, no entran moscas». O en versión actualizada, «en blog comedido no entran trolls«, o moscones… Aunque no era tanto por los trolls que yo me preocupaba, si no por la imagen de marca personal que te puedes granjear por unas palabras mal medidas o por un impulso no refrenado. Vamos, que volviendo al refranero, si no quieres que te llamen «mataperros» mejor no hagas ver que has matado a ningún chucho.

      La verborrea dospuntocero es el peligro de la red: 
      Las redes sociales, los blogs e Internet en su conjunto tienen muchas ventajas y posibilidades. Pero si algún peligro acecha tras la facilidad con que podemos comentar, opinar, compartir y debatir (en un sólo click) es lo que llamo la verborrea dospuntocero. Me declaro sinceramente sorprendida de lo que alguna gente comparte a veces: comentarios negativos contra le jefe, cotilleos malintenacionados de algún compañero o supuesto «amigo», críticas feroces y destructivas que algún famoso se ha, supuestamente, merecido, el pobre, mensajes desoladores de un pesimismo que le hunde a uno la mañana e incluso el día entero como si de un cielo plomizo se tratara, imágenes de dudoso gusto (de niños con cáncer, mujeres pornografiadas, chistes sexistas y demás lindezas) y opiniones… 

      ¡Qué decir de las opiniones que algunos dejan en los medios digitales! Son, a menudo, agresivas, poco razonables, incluso amenazantes o insultantes, o racistas, o clasistas, o con istas que te hacen reflexionar seriamente sobre el nivel de la raza humana. Con lo mucho que me suelen gustar las argumentadas (y filtradas, ese supongo que es el quid) cartas al director de los diarios, y el bajo nivel que suelen tener algunos comentarios en la prensa online.
      La cuestión es que que esta facilidad da lugar a que, a veces, no tomemos conciencia de lo que los demás pensarán de nosotros cuando vean nuestros mensajes. Y es que decimos mucho, muchísimo más de lo que pensamos estar diciendo. 

      Soy consciente que mis propios mensajes en este blog y mis redes sociales dan mucha información sobre mis gustos, mis hábitos, mis opiniones políticas, mis lecturas, mis conocimientos, y sobre todo mis desconocimientos, mis debilidades, mis alegrías, mis penas… Y ahí queda para la posteridad gracias a Mister Google para quién quiera googlearme.

      No pasa nada, podemos trabajarlo, llevar a que esos mensajes den información relevante de nosotros que queremos que sea encontrada. 

      ¿Pero qué pasa con aquellos mensajes implícitos que no quisimos dar pero que sin embargo influirán, quizá, en un proceso de búsqueda de trabajo, un ascenso laboral, o sin entrar en el terreno pecuniario, en una relación personal que queramos iniciar? Habríamos de ser conscientes de ello.

      Aún así se nos escapará algo. 

      Aún así habrá amigos incondicionales que nos apoyarán. 

      Aún así habrá quién no quiera saber nada de nosotros porque no le dimos buen «feeling». 

      Piensa antes de escribir
      No digo que tengamos que andar autocensurándonos
      todo el día, ni que perdamos la naturalidad. Yo me siento bien con mis ideas, por eso las tengo, y no me cuesta admitir que he cambiado de opinión o que me equivoqué (aunque es un rollo porque puede que haya gente que no llegue a este punto y se quede con lo que dijiste en su momento).
      Pero, por ejemplo, he tenido días grises que me moría de ganas de contar alguna situación que me parecía escandalosa y que cuando estaba a punto de enviar (llegué a escribirlo, sí) pensé: «con lo optimista que soy normalmente, voy a quedar como una ceniza«. Todo el mundo tiene días malos, pero no es necesario compartirlo en el blog. Es como quién en las discusiones de pareja dice cosas de las que se arrepiente luego en pleno calentón. ¿Verdad que es mejor callarse?

      En fin, sigo dando vueltas a un comentario machista que me ha dolido a la vista en una red social (de ahí vienen estos barros). Sinceridad, autenticidad, coherencia… Sí. Pero, por favor, si has tenido la paciencia de leerme hasta aquí:

      • Ten cuidado con enviar un correo electrónico desde «soyunachicasexy@hotmail.com» para buscar un trabajo que nada tiene que ver con ser striper, modelo de Interviú o algo similar. 
      • Ten cuidado con compartir fotos de tus amigos borrachos o de la pinta (lamentable) que tenías tras la última juerga. 
      • Ten cuidado con decirle a tu jefe que no puedes ir a trabajar por un virus intestinal si luego vas a publicar en Facebook que estás en la playita tomando el sol (en realidad, está feo que lo hagas, pero si vas a hacerlo igualmente, no hace falta que lo digas a los cuatro vientos). 
      • Ten cuidado con revelar información personal, íntima y comprometida de tus amigos o compañeros, seguro que no te gustaría que lo hicieran de ti (y acumulas números de que suceda si tú también lo haces). 

      En fin, no me cansaré de decirlo: Sentido común, por favor.

      Necesitas un plan, y lo sabes!

      Necesitas un plan. Y como diría el meme de Julio Iglesias, «y lo sabes». Da pereza, «quita tiempo», es «una pesadez», pero lo necesitas. Porque como dicen «cualquier objetivo si carece de un plan sólo es un deseo«.

      Desear está bien. A mí me encanta tener objetos de deseo. Dejarme seducir. O luchar por ser yo la seductora que se lleva el gato al agua (de eso va todo esto, sea cuál sea tu deseo). Pero francamente, si te quedas sólo en la fase de deseo y no tomas algunas decisiones sobre hacia dónde te vas a dirigir para conseguir tu meta, cómo vas a hacerlo, con qué recursos (qué tiempo, qué energía, qué dinero incluso) es posible que se te quede en amor platónico. Luego no quiero lamentaciones en plan «es que todo me pasa a mí«, «es que a mí nunca me toca nada«, «es que, es que, es que…«. 

      Es que, es que, es que... No busques excusas y planifica!

      Es que, es que, es que… No busques excusas y planifica!


      Es que, si no compras lotería, no pierdes (dinero), pero tampoco ganas… Es un ejemplo extremo, ya sabemos que la lotería le toca a poca gente y que además por lo que dice la estadística no es la panacea porque a los 10 años de media la gran parte de los multimillonarios de bote se han arruinado. Pero eso es harina de otro costal, ¿qué hacemos con nuestros deseos, con las metas, una vez lo hemos conseguido?

      La cuestión es que es difícil que consigas tus objetivos si no te fijas un plan. Más que nada porque corres el riesgo de ir como pollo sin cabeza por el mundo. Y puede que aciertes, de chiripa, por intuición. Pero lo más probable es que metas la pata, que no consigas todo lo que hubieras podido, que lo consigas pero con errores y esfuerzos superfluos que podrías haber evitado o que te quedes por el camino sin saber muy bien cómo has llegado al punto en que estás ni porqué.

      • Es como decir que quieres ser médico pero no hacer nada por entrar en la facultad de medicina, estudiar y sacarte la carrera. 
      • Como decir que quieres ser campeón del halterofilia y seguir en tu sofá sin mover un músculo. 
      • Como pretender vender con el contenido de tus redes sociales pero compartir sólo gatitos monos que nada tienen que ver con tu producto o servicio. 
      • Como querer salir con aquella chica y quedarte tímidamente en la barra sin acercarte siquiera mientras ves como se va de la discoteca. 
      • Como… Seguro que se te ocurren miles de ejemplos… 

      Así que, sí, necesitas una estrategia. Y lo sabes. 

      Y no, no debería darte pereza, porque te va a ahorrar tiempo y disgustos.

      Y no, no es una pesadez hacerla. A mí me divierte, incluso. Me encanta imaginar lo que puedo llegar a ser, dónde estoy ahora y cómo llegar al punto al que quiero llegar. Me encanta ponerlo en práctica. E ir corrigiendo los errores que inevitablemente, si me fijo, voy a encontrar en la teoría que hice sólo con la cabeza y la imaginación. Porque es difícil que podamos prever qué sucederá con el entorno, el contexto, la reacción de la gente. Lo tenemos que intuir y hasta intentar plasmar, pero luego siempre nos sorprenden.

      Es emocionante introducir modificaciones pero seguir con el plan. Y es emocionante conseguirlo. Incluso no conseguirlo pero haber llegado a un punto al que no estabas, quizá con nuevos deseos, metas, objetivos. Porque la vida cambia. No todo se puede planear. No todo sale como lo imaginaste. Y eso es la vida, es hermosa así. Pero no caigas en el error de pensar que tener un plan es aburrido. Es como una manera de vivir las cosas dos veces. Con la imaginación. Y luego la real.

      Algunas citas más de regalo:

      Tu naciste siendo un ganador, pero para ganar debes planear ganar, estar preparado para ganar y esperar ganar”. Zig Ziglar.

      Cita Zig Ziglar

      Cita Zig Ziglar


      Un buen plan es como un mapa: muestra el destino final y generalmente la mejor manera de llegar a él.” H. Stanley.

      Una meta sin un plan es simplemente un deseo.” Larry Elder.

      Planificar no significa saber qué decisión voy a tomar mañana, sino qué decisión debo tomar hoy para conseguir lo que quiero mañana”. Peter Drucker

      Cita Peter Drucker

      Cita Peter Drucker


      Así que… ¿Cuándo dices que vas a hacer tu próximo plan? (Para el blog, las redes sociales o tus objetivos laborales). 

      De vacaciones… Que no me da la vida (bloggeril)

      A mí no me da la vida… La bloggeril digo… Que llega verano y el calor funde las neuronas, el tiempo y altera a los niños envacacionados. Que con el reto de un post al día con una reflexión optimista en #hayqueserPOSITIVO ya cumplo con mi cuota de esfuerzo y constancia y dedicación. Que además colaboro en el BAF y hasta un post mensual parece inmenso. No me da la vida para los cuentos y relatos. Y para traspasar y reeditar para TUBYSCU lo interesante acumulado durante años en el blog «En 1000 palabras«, pues como que tampoco me da la vida. Aish, señor, llévame pronto, que decía la vieja del visillo. 

      Sí, que hay quien sube en el ranking de Madresfera en verano -aquí el misterio desvelado por un Papá como Vader-. Y quién en verano makea el blog, cambia la plantilla, pasa de Blogger a WordPress y tal… Yo creo que «esa» gente no tiene niños o los tiene de campamentos internados. 

      Por aquí, bien, gracias; como cabras… El fin del mundo se acerca (como cada vez que se acercan vacaciones, que parece en el trabajo que no vayas a volver nunca y se acabe todo) y los niños de entretenimiento en entretenimiento arruinando la economía familiar para conciliar. En fin, que bien, que ya habréis visto que no da la vida. Pero que oye, que la cabra tira al monte y en septiembre, ya si eso, volvemos al cole y a la vida bloggeril. Que eso es muy bueno para el síndrome postvacacional 🙂 

      Felices vacaciones!!!
      PD: otros post sobre el tema vacacional y los influencers… Si es que no aprendo, llueve sobre mojado 🙂