De lo que te digan nada y de lo que veas la mitad

Siempre os explico que me gustan mucho las citas. Hoy, para dar soporte a mi post, os adjunto una con un significado especial para mi “de lo que te digan nada y de lo que veas la mitad”. No sé quien la escribió ni tampoco si es de “Anónimo” pero yo la aprendí de mi madre. ¡Oh, las madres! Poco valoradas muchas veces pero son tan importantes… Si no existiesen habría que inventarlas 😉 He conocido a algunas personas a las que su madre o su recuerdo les produce rechazo y supongo que tienen sus razones. Pero a mi y en mí caso me cuesta entenderlo horrores porque la mía fue tan y tan importante que parece que todavía oigo su voz cuando iba yo con mi cantinela “que dice fulanita que tiene esto o que dice menganito que hace lo otro” y ella, sin dejar lo que estaba haciendo y con mucha calma respondía “de lo que te digan nada y de lo que veas la mitad. No seas boba que patatín y patatán”.

A lo que voy que me pierdo. Hace ya algunos días o meses vi un vídeo de Marta Riumbau que me recordó la cantinela de mi madre. Marta, es una chica preciosa con un estilo pijocasual (no sé si existe ese estilo pero sinó queda oficialmente inaugurado desde ya) que muestra frescura, orden y equilibrio en sus videos, en sus ropas, en sus colores, etc. Tiene una forma muy natural y clara de comunicar, ha creado su propia línea de moda Mus & Bombom y es YouTuber desde enero del 2010, de eso ya ha llovido algo… Me parece estupenda su empresa de moda y que haya logrado crearla si ese era su sueño y seguro que ha sido con un gran esfuerzo.

Pero Marta, en mi opinión, se ha pasado al “lado oscuro” de YouTube. Pasarse al lado oscuro yo le llamo a comercializarse, a perder la esencia de YouTube a distorsionarla. Y esto último quiero puntualizar que no tiene nada que ver con lo que me alegro por ella por su negocio. El vídeo en cuestión que me recordó a la cita de mi madre llevaba por título “Real House tour 2016” y era una visita virtual por su casa. Yo no sé si Marta tiene alguien que la asesore como una Network o algo similar, pero si no lo tiene convendría que, antes de publicar algunos contenidos, reflexionase o los repasase. En estos temas sí que soy curiosa porque tengo una teoría que pocas veces me falla; tu casa, tu pelo, tus manos y tus zapatos hablan siempre y por si solos de ti como persona. Y con eso no me refiero a que tengas unos muebles estupentásticos o lleves unos zapatos mega caros y fashion de la muerte, no. Me refiero a lo que dice de una persona el cómo tenga lo que tiene o a cómo tenga lo que lleve. Es un poco complicado de explicar ¿se entiende? En el caso de la casa de Marta no comment, solo tenéis que leer los comentarios que sus seguidores dejaron en el vídeo, no es necesario que yo opine. Bueno, sí opino, echadle por favor un ojo al lavadero, creo que la ropa de la secadora lleva ya allí un tiempo durmiendo. Y eso que imagino que ese día, como había “visitas”, habían vestido la casa de domingo.

Pero lo que me hace escribir sobre el tema no es como tenga o deje de tener su casa Marta, que es suya y hace con ella o la tiene como quiere. Es que, Marta, no ha tenido en cuenta que ella vende una imagen de marca, la que se ha creado como YouTuber. Que sus seguidor@s la admiran, que quieren ser como ella y a poder ser, ella misma. Que quieren vivir su vida y que les sucedan las mismas cosas que a ella. Que si compran lo que saca es por eso y solo por eso. Y una imagen de marca es necesario mimarla, ser muy cuidadosa y prestar mucha atención con lo que muestras y haces para no destrozarla. Has de ser coherente y constante, no puedes “vender” una imagen y luego abrir un armario de cocina y mostrar una olla viuda y 3 tazas mal puestas. Es como si alguien pertenece a una asociación en defensa de los animales y luego publica en Instagram fotos de su última cacería -por poner un ejemplo claro de alguna manera- ¡No puedes hacer eso, Marta! ¡Qué te cargas 6 años de trabajo colgando videos cada semana! Si has lanzado una línea de moda y una marca algo de márqueting, branding y hierbas varias conoces ¡caramba!-aquí iría otra palabra-.

Y después de disgustarme y reflexionar con el video por su metedura de pata me acordé de la cantinela “de lo que te digan nada y de lo que veas la mitad” y de cuanta razón tenía mi madre viendo lo visto con Marta.

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