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Querido influencers: Menos lobos. Te ofrezco lo que puedo. 

Queridos influencer: partamos de la base que mis intenciones son buenas. Que como marca (o en nombre de la empresa x) te ofrezco lo que puedo. Que quiero ser justo en el trato y que intento que todos ganemos, yo difusión, y tú algún contenido que te pueda interesar, producto y dinero. Sí, soy consciente que tu posicionamiento y tu comunidad te han costado tiempo, esfuerzo y hasta dinero. Sí, soy consciente que hacer una foto y publicar un post y luego gestionar comentarios y reacciones tiene su trabajo. Soy consciente de todo ello y por eso intento que nuestra relación sea de win-win. 

Te pido por favor, querido influencer, que no me presupongas mala gente, un aprovechado que se hace de oro a tu costa ni un caradura de si-cuela-cuela. 

No dudo que has tenido malas experiencias con empresas poco serias que pedían el oro y el moro por nada o que después de todo el trabajo, el trato quedó en agua de borrajas. Pero yo también, como empresa, he tenido malas experiencias con compañeros influencers que tras recibir lo pactado no cumplieron con los mínimos acordados. Y sin embargo, amigo influencer, no te juzgo a ti por la mala praxis de otros. Sería injusto, verdad? 

Querido influencer, a veces, cuando te ofrezco algo como muestras de producto más una remuneración baja (como 50€, por ejemplo), es realmente lo máximo que te puedo ofrecer. No todas las empresas son grandes magnates con beneficios de récord Guiness. A lo mejor soy un autónomo, un emprendedor o una PYME que intenta abrirse un hueco. 

Por supuesto, puedes rechazar mi oferta. Porque es una oferta. 

  • Por supuesto podemos intentar negociar: más producto, un poco más de remuneración, una colaboración de varios post… Entonces podré decidir que como menos colaboraciones y reparto más entre menos gente, por ejemplo. 
  • Por supuesto, entiendo que tengas contratos con mi competencia y que no me puedas ayudar. Es lícito y admiro que respetes el acuerdo; si lo tuvieras conmigo también querría que lo respetaras. 
  • Por supuesto, entiendo que tienes un caché al que, por ahora, quizá, no puedo llegar. Pero quién sabe, puede que en el futuro sí pueda. No te cierres puertas reaccionando con cajas destempladas. 
  • Por supuesto, entiendo que mi producto no te interesa, no te convence, no va contigo o que tienes dudas éticas o lo que sea. Que quizá no tiene nada que ver con tu comunidad. Pero si me planteas tus dudas quizá tenga respuesta. 

Es increíble como los influencer más grandes, con miles y miles de seguidores y representantes te responden «no» con mucha educación. Y como, sin embargo, otros de mil y poco seguidores a los que has contactado humildemente porque te gustaba su perfil (porque te lo curras y antes de contactarles has mirado qué hacen, cómo lo hacen, qué les gusta…) te responden muy indignado y enfadados que tu propuesta es indigna y una vergüenza y otras lindezas que no viene a cuento reproducir. No hace falta. Sé que eres influencer, pero grande, pequeño o mediano, la buena educación y las formas por delante: menos humos, menos lobos caperucita. Que no he visto egos más inflados ni tanta susceptibilidad como en este mundillo. Bastaba con un «No me interesa» o un «mis condiciones mínimas son x». El ego mató al influencer. 

    Querido influencer: Mi puerta está abierta. No me la cierres en los morros, por favor. Hablemos 😉 

      My Way

      PhotoFunia-1465754164En los artículos sobre márqueting que leo, hablan de como crearse una imagen de marca. También ahora le llaman hacer Branding que es el Top de lo Cool in the World. Hacer Branding significa que todos los brazos de tu marca tengan una coherencia a nivel de imagen y mensaje. También leo que, para definir una marca personal, nos interesa saber que lo genérico ni vende ni engancha por eso parece evidente que hay que especializarse. Uno de los pasos a seguir es analizar bien nuestras aptitudes, qué es lo que sabemos hacer para así definir qué podemos ofrecer a los demás y bla, bla, bla. He visto a diferentes YouTubers explicando “Cómo empezar en YouTube” y la mayoría de ellas coinciden en que es muy importante que tu canal tenga una temática definida. O sea, cuál es tu especialidad y qué te diferencia.

      Pero…siempre hay un pero, hay una excepción que confirma la regla (hay tantas excepciones que confirman las reglas que la palabra excepción está dejando de tener sentido) -¡Ya me estoy liando! ¿Véis cómo me lío?- y en este caso la excepción se llama Shatunga. En mis viajes a lo largo y ancho de YouTube encontré a Carmen. Si en mis pocos posts habéis llegado a la conclusión que desprecio a YouTube o a las YouTubers os equivocáis, nada más lejos de la realidad. A mi lo que me molesta es la mediocridad, los “monos de repetición” que parecen todas calcadas en cómo lo dicen y qué hacen, ¡sed vosotras mismas y seréis originales! porque todos y cada uno de nosotros somos diferentes. A mi me encanta YouTube, le encuentro cientos de ventajas y utilidades. Ya sabéis… me encanta observar a la gente, las citas y YouTube. También me gusta YouTube.

      Carmen llego a YouTube huyendo de un problema (lo ha explicado ella misma en múltiples ocasiones) se había vuelto antisocial, no se relacionaba ni comunicaba con nadie. No podía, le costaba. Y como el ser humano está diseñado para comunicarse pero Carmen no podía hacerlo en su día a día, volcó su capacidad de hablar y explicarse en los videos que subía cada semana, en contestar a los comentarios, en idear contenidos y así, poco a poco, lo superó y volvió al mundo comunicado y a una vida normal.

      ¡Bendito, YouTube! que no solo sirve para enseñar como se hace un eye liner…

      La Shatunga es una YouTuber atípica. Ella no te vende nada, ni tiene una temática concreta, ni nada de nada. Ella es ella misma y a su manera. La mayoría de sus videos no tienen desperdicio (para muestra un botón. Os dejo el de este domingo)

      He de decir que en algunas ocasiones no es “políticamente correcta” o al uso. Es decir, si todas las YouTubers buscan vender glamour, elegancia y buenas maneras con frases azucaradas como-“¡Ains!, por favor, disculpar el ruido de fondo, son los vecinos que están de obras. Lo lamento, lo lamento mucho”.- Pues Carmen, depende de como le coja, te suelta un eructo. Y no es que a mi me gusten o justifique esos comportamientos. No, no me apetece ver a la gente eructando pero, en el caso de la Shatunga y si la has seguido un tiempo, ves que es parte de ese rebelarse a la mediocridad que ella hace constantemente. La Shatunga sube videos los domingos. Los domingos con ella son más divertidos si cabe. La comunidad shatunguera los espera con ansia y yo creo que Carmen no ha dejado de subirlos básicamente por no dejar “a su público” tirado. Carmen es una mujer con una cultura musical importante, con una formación universitaria en una profesión en la que ejerce. Sus videos tiene una buena edición, iluminación, efectos especiales divertidos y casi siempre hay sorpresa.

      La Shatunga sin querer o queriendo (lo desconozco) ha creado una imagen de marca, hace Branding, no es genérica es ella misma y eso la hace diferente y por tanto engancha y si vendiese algo… ¡lo vende!.

      Carmen es una “niña rebelde” que, a mi entender, solo quiere que la quieran cómo es.

       

      Los cazasorteos en un blog

      cazasorteos blog

      Cuando empecé con mi blog, veía que otros compañeros con mayor trayectoria hacían sorteos en sus espacios. Colaboraciones con marcas en las que los acuerdos pueden ser de lo más diverso, pero una parte que nunca cambia es la de querer premiar a los lectores por estar ahí día a día, leyendo tus historias, colaborando con sus comentarios, ayudándote a difundir tus contenidos en las redes sociales. En mi caso particular, los sorteos me han servido como una forma infalible para darme a conocer entre un público potencial que no tenía conocimiento de mi existencia. Quienes te siguen lo comparten, como regalas algo otros se apuntan, y si lo que les cuentas cuando no hay premios de por medio les interesa, se quedarán contigo. Creo que es erróneo pensar que los grandes blogs han llegado a ese estatus porque los sorteos les han favorecido. Tú puedes suscribirte a un blog o seguir a alguien en una red social porque es lo más fácil del mundo, y porque pueden habértelo impuesto como requisito para concursar. Pero una vez resuelto el sorteo, hacer un unfollow es tan sencillo que tienes que trabajarte los temas de cada día para seguir fidelizando a los recién llegados. Los que te siguen desde el principio parece que son más fáciles de contentar, te han cogido aprecio, se han involucrado con tus vivencias y algo bueno deben haberte visto cuando no te han abandonado en mitad del trayecto. Pero a estos nuevos seguidores, que te pueden parecer meros cazasorteos, tienes que encandilarlos como lo hiciste con los otros la primera vez. Sin embargo, a pesar de todo esto ¡los cazasorteos existen! Y pueden querer aprovecharse de tus buenas intenciones para quedarse con lo que moralmente les corresponde a tus verdaderos seguidores.

      1. ¿Qué es un cazasorteos? Pues como en cualquier otro ámbito que no sea el blogueril, un cazasorteos es un individuo que anda al acecho, y que sólo establece relación contigo y con tu comunidad cuando hay un premio de por medio. No va a leer tus posts, ni a interesarse por lo que cuentes, ni a darte bombo de forma habitual en las redes sociales, a menos que estés regalando algo. Vamos, un cazasorteos es un jeta y un aprovechado en toda regla.

      2. ¿Cómo detectarlo? Si organizas sorteos en blogs de WordPress, es habitual que los cazasorteos participen muchas veces pero desde una misma dirección IP. Con varios nombres y cuentas de email diferentes, pero desde la comodidad de su mismo dispositivo. WordPress te permite conocer la IP desde la que te dejan los comentarios, por lo que si realizas una búsqueda poo número de IP los detectarás de forma rápida. En redes sociales la cosa puede ser más complicada, aunque una característica común es que sus perfiles suelen mostrar de forma pública un sorteo tras otro, sin ningún tipo de información personal. A veces puede llevar a error, porque podréis tener seguidores de verdad que mantengan la privacidad de su perfil y que sólo hagan pública su participación en los sorteos, porque las empresas y bloggers suelen exigirlo como requisito para optar al regalo. Pero seamos lógico, alguien que en un día se ha apuntado a 50 sorteos de temáticas de lo más dispar, o es un cazasorteos y se dedica sólo a esto, o tiene mucho tiempo libre.

      3. ¿Dejarles participar o no? Pues allá cada cual. Los bloggers solemos ser muy sentidos con nuestra comunidad. Creamos un entorno muy familiar y claro, puestos a premiar a alguien, no nos hace gracia que llegue un oportunista a llevarse el regalo. Si queréis castigarlos del todo, debéis avisar en las bases del sorteo de que no contabilizaréis más de una participación por IP, por email, o por perfil en red social. Si tenéis dudas de si son realmente cazasorteos o gente de a pie y queréis darles una oportunidad como a los demás (a veces hay lectores que se despistan mucho y meten la pata con las condiciones) podéis contabilizar sólo una participación, pese a que una misma persona haya dejado 100. Pero todo debe quedar bien especificado en las bases, porque luego hay gente muy pejiguera con el tema de las condiciones y pueden haceros ver irregularidades que vosotros habíais pasado por alto.

      4. ¿Te aportan algo los cazasorteos? Sí, la famosa visibilidad. Lo deseable no es que tus sorteos estén plagados de esta gente que se aprovecha de tus colaboraciones sin miramientos. Pero es cierto que ayudan a hacer bulto, que si cumplen con las condiciones aumentarán la difusión y el alcance de tu sorteo, y por lo tanto no hay mal que por bien no venga.

      ¿Cómo gestionáis la aparición de cazasorteos en vuestros concursos en el blog y en redes sociales? ¿Pensáis que cuantos más sorteos más seguidores podréis lograr de forma fácil y sin esfuerzo? Porque personalmente, la organización de un sorteo me da una pereza… ¡enorme! Aunque ¡todo sea por la felicidad de los lectores que ganan algo!

      Sorteos en tu blog ¿ocio o negocio?

      sorteos en blog

      Seamos sinceros: en esta vida nadie hace nada por nadie si no espera recibir algo a cambio. Y menos aún por personas desconocidas. Cuando tuve mi primer blog, al leer a otros compañeros con una trayectoria más larga y ver que sorteaban productos espectaculares ¡creía que los compraban ellos para agradecer la confianza y fidelidad de su audiencia! Inocente que era una. A día de hoy, sé a ciencia cierta que hay blogs modestos, con una audiencia discreta y familiar, para quienes este sistema sigue estando vigente. Pero lo habitual es que si un blogger sortea algo, sea la marca que está promocionando la que corra con los gastos, tanto del producto como del envío al afortunado. No soy una persona especialmente desconfiada, pero hay que reconocer que en ocasiones el blogger queda a merced del buen o mal hacer de la marca. Si promocionas y le das bombo a un sorteo y a posteriori la marca no responde ¿qué hacer? ¿Cómo comportarnos? ¿Por cuánto nos puede salir la broma?

      1. ¿Por qué organizan sorteos los bloggers? Principalmente para premiar a sus lectores y para captar a nuevos seguidores, además de obtener contraprestaciones económicas o en especie por la organización, difusión y resolución del mismo. Esto es así y quien diga lo contrario miente o se está metiendo en un berenjenal de cuidado sin conciencia de lo que implica. Nadie se mete en estos follones por amor al arte, sin obtener nada a cambio. Un sorteo puede llamar la atención de mucha o poca gente, pero casi siempre, con un poco de buena organización, los participantes compartirán en las redes sociales y alguien nuevo se pegará a nosotros y pasará a formar parte de nuestra audiencia.

      2. Las condiciones para participar en un sorteo. Por muy grande que sea el premio, la gente no lee y además es vaga. Es mejor asumirlo desde el principio y simplificar la mecánica al máximo. Nadie se va a hacer seguidor en Twitter, en Facebook, en Instagram y Pinterest, se va a suscribir a la newsletter del blogger y de la marca y va a compartir el sorteo ni aunque él premio sea un apartamento en Torrevieja. Lo mejor es establecer condiciones sencillas y si es posible ¡voluntarias! Por ejemplo, Facebook ya prohibió hace un año la organización de sorteos para aumentar el número de seguidores en tu perfil de la red social, por lo que este requisito nunca debe ser obligatorio. Podemos sugerir que nos sigan, pero no obligar, ya que si Facebook lo descubre las sanciones pueden ser peligrosas (desde perder seguidores hasta el cierre de tu perfil). Pero a los bloggers les gusta vivir al līmite y esto se sigue exigiendo.

      3. No salir del entorno en el que estamos. Si publicas el sorteo en el blog, podrías solicitar la difusión a través de una red social, pero sí lo estás promocionando en Facebook, no pongas como requisito que te sigan y compartan en Instagram. Hay que centrarse en cada espacio y pensar que además de incómodo para el, participante, no todo el mundo tiene perfiles en todas las redes sociales. Lo ideal sería hacer publicaciones específicas del sorteo en cada una de ellas, con requisitos propios para no marear al personal. Por ejemplo: si publicas el sorteo en Facebook, pide que te dejen un comentario allí, que compartan y que si se quieren hacer seguidores tuyo y de la marca por iniciativa propia… Pero nada más. Cuanto más complicado es el mecanismo, menos gente participa y menos rédito obtienen la marca y el blogger.

      4. El ganador. Se puede elegir con plugings gratuitos y páginas de sorteos. Generalmente lo elige el blogger, y debemos asegurarnos de que cumpla con los requisitos que hayamos establecido como obligatorios en las bases. De lo contrario, no sólo estaríamos perjudicando al resto de participantes, sino que además hay lectores muy aficionados a buscar irregularidades en los sorteos, cuando ellos no han sido los ganadores, por lo que es mejor evitar este tipo de confrontaciones.

      5. Si la marca no responde. Este es el mayor temor del blogger cuando organiza un sorteo. Y si no lo es, debería serlo. Si una vez elegido e informado al ganador la marca no procede con el envío del premio ¿qué hacer? Si el ganador es comprensivo, podremos demorar la entrega indefinidamente, hasta que la marca se digne a cumplir con lo acordado. Eso sí, como bloggers ya no volveremos a confiar en ella. Pero si pasan los días, las semanas y hasta los meses y nuestras peticiones siguen siendo ignoradas, el ganador puede perder su paciencia y reclamar su premio mediante cualquier vía. Si quieres mantener tu reputación como blogger serio, tendrás que lograr el artículo aunque debas correr con los gastos tú mismo. Si tienes un acuerdo firmado con la empresa previo a la organización del sorteo, o mails que demuestren el compromiso que había adquirido contigo, puedes iniciar acciones legales si el trastorno que te ha ocasionado la marca es realmente cuantioso. Por eso es necesario acordarlo todo de antemano y dejarlo bien atado.

      Tampoco creo que haya que entrar en pánico y evitar los sorteos en blogs, porque a todos nos gustan, pero es necesario saber que detrás de lo que parece un acto muy sencillo existe una legalidad vigente que hay que cumplir. En alguna ocasión he conocido casos de compañeros en esta situación, que han tenido que abonar los premios de su bolsillo, después de meses de lucha e incluso de denuncia en las redes sociales como medida de presión para ser resarcidos. También malentendidos entre empresas que han dado al ganador el producto que le correspondía al blogger en compensación por su trabajo, porque defendían que solo habían ofrecido un producto para el sorteo pensando que el blogger lo organizaría gratis y sin recibir nada a cambio.

      Como bloggers ¿alguna vez os habéis encontrado con este tipo de problemas al organizar un sorteo? ¿Cómo salisteis del bache?

      Querida bloguera: te invito a un evento ¡en México!

      organizar evento para bloggers

      Esta semana vamos a reírnos por no llorar, porque aunque los bloggers tengamos a veces mucha fama de pedigüeños, de informales y de traicioneros, hay responsables de marketing on line y organizadores de eventos que son como para echarles de comer aparte. Los bloggers podremos ser muy ingratos (que los hay) y con la malsana afición de deshacernos de las notas de prensa sin haber abierto el mail, ni mucho menos el archivo adjunto con las 100 fotos del producto de turno en máxima resolución. Pero ellos, a veces también descuidan muchísimo su profesionalidad. En una de mis primeras colaboraciones en TUBYSCU, os hablé de cómo gestionar a la perfección un blogtrip, a fin de que los participantes invitados se sientan en la gloria y retornen del viaje hablando maravillas de vuestra marca por doquier. En un plano más cercano y menos difícil de gestionar, la organización de eventos en diferentes ciudades, generalmente en las de mayor población o en aquellas en las que la marca tiene sede física, también se ha puesto muy de moda. Hay bloggers y periodistas (porque ambas faunas se mezclan en este tipo de saraos) que realmente disfrutan teniendo el privilegio de acudir a descubrir en primicia la presentación de un nuevo producto, servicio o cualquier cosa que queramos hacerles llegar antes que al común de los mortales. Suelen ser citas distendidas, entretenidas, bien pensadas para picar un poco (aunque algunos quieran volverse cenados a casa), hacer mucha vida social, nuevos contactos y para reencontrarse con otros compañeros bloggers conocidos en eventos similares. Sin embargo, en casi 3 años como blogger, me he encontrado despropósitos de todo tipo a la hora de organizar este tipo de presentaciones. A saber.

      1. Querida bloguera: te invito a un evento en México. Y no una vez, sino decenas de invitaciones para descubrir cereales de desayuno he recibido para pasar una tarde de merienda en el DF. Que no es por no ir, pero desde Barcelona el camino se me hace largo. No me quejo de que no me vayan a pagar el viaje ni la estancia (es que sería una locura) sino de que teniendo bien visible en mi blog y redes sociales mi ciudad de residencia, los encargados de establecer el contacto con los bloggers tengan tan poco cuidado a la hora de realizar una primera selección y de filtrar sus bases de datos.

      2. Querida bloguera: tú corres con los gastos de desplazamiento. Esto ya es el sumum del despropósito. No sólo está fatal que invites a conocer una nueva colección de moda en una de las tiendas de la marca en Madrid, cuando el blogger vive en otra ciudad, sino que encima pedirle que se pague el viaje si le interesa estar de cuerpo presente… pues como que no. Un blogger puede tener mucha devoción por conocer en primicia las novedades de su sector, pero también suele tener un presupuesto nulo para ir haciendo viajes de acá para allá. Sobre todo si el blog es una afición y se ganan la vida con otro trabajo. La disponibilidad puede ser casi inexistente. Aunque incluso peor es que le digas que se organice el viaje para ir, y cuando te comunique el precio del desplazamiento, no tengas presupuesto para traerlo y le hayas hecho perder el tiempo organizándolo.

      3. Querida bloguera: hemos elegido el peor horario del mundo. Seamos coherentes. Si vamos a invitar a bloggers y periodistas profesionales, tendrán un rango amplio para poder acudir a los eventos que organicemos, incluso aunque el horario pueda resultar un disparate, pero mejor en su horario laboral. A mí me han llegado a invitar a actividades relacionadas con la maternidad que comenzaban a media noche cuando mi hija sigue siendo un bebé lactante con el que colecho. La noche, para la mayoría de las madres, es una franja temporal ya desconocida. Igualmente, los viernes por la tarde o actividades de fin de semana, suelen ser acogidas con recelo porque invaden el tiempo libre de los bloggers. Aunque si nuestra intención es agrupar a bloggers profesionales con otros aficionados, no nos quedará más remedio que hacer malabarismos para mantenerlos a todos contentos.

      4. Querida bloguera: este evento no es apto para niños. En otros sectores no se dará esta casuística, pero como me muevo en el ámbito de la maternidad, este es mi pan de cada día. Si organizas un acto en el que los niños no van a tener un lugar para ellos, hazlo durante el horario escolar y no justo a la hora de la salida del colegio, cuando sus padres no tienen forma humana de dejarlos a cargo de otras personas. Y en el sentido contrario, si el evento no está diseñado para niños, no jures y perjures que los pueden llevar, porque el desastre puede ser de magnitudes impresionantes. Desde niños desatendidos que generen un caos nunca visto, hasta la posibilidad de que sufran algún accidente mientras sus padres andan reunidos y confiando en que alguien los está vigilando. En ocasiones, por tal de facilitar la asistencia de los bloggers, se les permite traer a sus hijos y al final todo resulta un despropósito, porque ni los niños están a gusto ni los padres se enteran de la misa la media.

      Como bloggers ¿os habéis visto alguna vez en estas situaciones al recibir invitaciones para eventos? Como marca o agencia de comunicación organizadora ¿soléis tener éxito en vuestras convocatorias?

      Querida marca: ¿perdida en el entorno 2.0?

       

      marca_2.0

      Vaya por delante que yo soy periodista y no experta en marketing on line, ni SEO, ni CM, ni ninguna de estas siglas tan molonas que ahora se agencia todo el mundo porque sí, porque tiene un perfil en Facebook en el que comparte fotos con su familia. Pero sin ser experta, llevo unos años siendo autodidacta, aprendiendo por mí misma, leyendo a entendidos de verdad y sacando mis propias conclusiones. Y lo mejor: teniendo contacto con marcas de lo más variopinto, desde pequeñas artesanas que comienzan con ilusión una iniciativa y que no tienen presupuesto para destinar a las acciones promocionales en el entorno 2.0; otras que ni se plantean que los bloggers quieran cobrar o una contraprestación a cambio de su tiempo (sí, hay quien ve a los bloggers e influencers como las nuevas ONG’s del siglo XXI, que en vez de ayudar a los necesitados se encargan de promocionar a toda las empresas que llaman a su puerta); y las mega multinacionales, gigantescas, con decenas de miles de trabajadores, repartidos por todo el mundo y con un departamento de relaciones con bloggers que da una lastimita… En fin, querida marca, que desde mi minúscula posición en el entorno blogueril, hoy vengo a poner ante ti algunos de los errores más habituales que se pueden cometer al intentar meter cabeza en esto del mundo virtual. Y ojo, porque algunas malas praxis pueden afectarte a ti exclusivamente, no logrando triunfar en el entorno digital como hubieras imaginado, pero otras actitudes suelen hastiar a los bloggers cuando de realizar un negocio conjunto se trata. Sigue leyendo

      mama, quiero ser youtuber

      Mamá, quiero ser youtuber… O por qué deberías abrir tu canal

      El mundo de los youtubers es cada vez más grande y más extenso. Si os perdisteis la charla en el Bloggers & Family de 2BTube sobre «Cómo convertir tu blog en un canal youtube», la cosa se resume en «ya estás tardando» y «no hay para tanto, todo es ponerse». Un poco como el blog Un Papá Darth Vader con su nueva serie en Youtube, que sí, ya estáis tardando también en verla y suscribiros. Si aún no te has abierto el blog y estás pensando petarlo, aún estás a tiempo de replantearte qué tal das a cámara.

      Algunos datos que avalan la fama que está tomando Youtube. Como dicen en «Las dos punto cero»:

      Hoy en día la plataforma tiene 1.000 millones de usuarios mensuales que suben más de 300 horas de vídeo por minuto. Parte de los “culpables” del éxito de Youtube lo tienen los Youtubers, “pequeñas”celebrities digitales del audiovisual que han creado una oferta de contenidos sin precedentes de acuerdo con las necesidades de ocio y consumo de las generaciones más jóvenes. Estos influencers se constituyen como nuevo referente para el target de los millenial.

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      Gratis no trabajo

      Ni cuatro euros valgo oiga!!!!

      Si te he de ser sincera estoy en uno de esos momentos que no se si reír o llorar, descojonarme o desesperarme… de verdad te lo digo… porque es para llorar como sea en serio (que va a ser que lo es) y para descojonarte en caso de que hayan puesto una cámara oculta… y como de esto entiendo un poco ya me he percatado de que ni cámara ni broma ni nada de nada.

      Y es que parece que el «puto Murphy» ha vuelto a hacer de las suyas…. y a los cuatro días de publicar mi cabreo «ModeOn» en #SoyBloggerNoIdiota, zas… una en toda la boca.

      Y yo me pregunto a mi «mismamente»… ¿Los años del blog sirven como carrera, no?? me refiero a que ¿deben dar un bagaje y esas cosas, si hombre!!! como quien lleva años en la misma empresa digo ¿Acaso esto no es ser una Influencer?…. pues Nooooooo, parece ser que ni años de blog a la espalda, ni bagaje, ni experiencia ni soy influencer ni soy nada de nada. Sigue leyendo

      conoce a la marca

      Conoce a la marca, tu relación irá mejor

      Querida Influencer: No te desvelo ningún secreto si te digo que las cosas con cariño son mejores. Y que lo que hace el cariño es el roce. O por lo menos un poco de conocerse antes. Es que el aquí te pillo, aquí te mato, es un poco fuerte, la verdad. Y en temas «laborales», ya ni te cuento.

      Hace poco Madresfera publicaba un excelente artículo donde las marcas opinaban sobre su relación con influencers. No deja de ser como un manual de la buena seducción de la marca.

      Y si le sumas la claridad meridiana de Annabel en «Sólo por ser blogger, no te mereces un regalo» que tanta polémica generó en Twitter, entederás mejor de qué te hablo.

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      Querida Bloguera - Annabel VB

      Solo por ser Blogger, no te mereces un regalo

      Sí, soy blogger. Sí, yo también he pedido y Sí, yo también me he muerto de envidia cuando he visto marcazas y marquitas regalando sus productos en instagrams ajenos. Las cosas claras.

      Y ahora además de ser blogger me pongo a coser mis cositas, me abro mi tiendecita web y empiezo a enseñar mis productos, y mira tú, no dejan de llegarme ofertas…

      Pero, lo primero que hay que tener claro: Por ser bloguera no te mereces un regalo. Eso va así.  Sigue leyendo