Querida Influencer: No te desvelo ningún secreto si te digo que las cosas con cariño son mejores. Y que lo que hace el cariño es el roce. O por lo menos un poco de conocerse antes. Es que el aquí te pillo, aquí te mato, es un poco fuerte, la verdad. Y en temas «laborales», ya ni te cuento.
Hace poco Madresfera publicaba un excelente artículo donde las marcas opinaban sobre su relación con influencers. No deja de ser como un manual de la buena seducción de la marca.
Y si le sumas la claridad meridiana de Annabel en «Sólo por ser blogger, no te mereces un regalo» que tanta polémica generó en Twitter, entederás mejor de qué te hablo.
Marta Capella, co-fundadora de la tienda de ropa infantil Chincha-Rabincha
Que todo se resume en un poco de seducción y algo de sentido común:
- Ven presentable: lo sé, es desesperante, vivimos esclavizados por la imagen, no deberíamos juzgar un libro por su tapa, pero… Tú también lo haces, no fastidies ahora con lo que sólo te fijas en los ojos o en la manos. Vivimos en la época del diseño, de lo cool, del culto a la imagen… Pues eso… Arréglate un poco, por favor.
- Conóceme primero (y llámame por mi nombre). Es que llámame fina, pero eso de que te digan, «María, me has enamorado, eres la diosa del lugar» cuando hace dos segundos le dijiste al tipo de la barra que te llamabas «Carmina», pues como que no, oye… O dicho de otro modo, si «te encantan mis productos para tu blog» y resulta que yo vendo pienso de gallinas y tú eres una eggoblogger de tacón alto, pues no sé si tendremos mucho que ofrecernos el uno al otro andes de decir aquello de «se nos acabó el amor» o lo de «no eres tú, soy yo».
- Dirígite a mí cuando tengas algo que puedas ofrecerme (vamos, que no vayas a tender la mano y luego esconderla acto seguido o vengas a ofrecerme un fabuloso romance a bordo de un velero si luego tu paseo va a quedar en un magreo en el ascensor; o lo que es lo mismo, no me digas que vas a hacer tal o cual y luego, en cuanto recibas el producto prometido, si te he visto no me acuerdo. Me engañarás una vez, pero no más, y la reputación, ya se sabe).
- Por lo menos piensa en algo que sea para que ganemos los dos, en lo que yo puedo necesitar de ti además de lo que tú puedes sacar de mí; lo de «por el interés te quiero Andrés» nunca funcionó demasiado bien, y Andrés anda ya un poco quemado y a la vuelta de todo.
- Y citando de nuevo a Madresfera: Y es que al final se trata de ponerle cariño a nuestros emails, ponerle nuestro sello personal y hacerlo con honestidad, siempre pensando en la otra persona y cómo puede recibirlo.
Vamos, que con cariño te lo digo, compañera. Lo que tú pides que den, dalo también a cambio 😉
Tengo un blog y sé cómo usarlo - TUBYSCU 
Me parecen muy acertados los consejos, lo que me sorprende es que sea necesario decir estas cosas. No me entra en la cabeza que alguien pueda contactar con una marca sin tener nada que ofrecer a cambio, o con un e-mail corta-pega. Otra cosa será que a la marca no le parezca suficiente, o que no acepten la colaboración por el motivo que sea, pero de ahí a creer que sólo por pedir te van a dar, sin ofrecer algo a cambio…
También pienso que quizá muchos blogs no saben qué ofrecer, o que piensan que con pocas visitas no van a interesar a ninguna marca. Pero si esas pocas visitas resulta que son el target ideal para una marca en concreto, quizá les sirven más que cien mil visitas de otro blog pero que no son el perfil que necesita esa marca. Tenemos mucho que aprender, tanto blogueras como marcas…
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Totalmente de acuerdo con tu apunte. Ser pequeña no significa que no puedas presentarte a las marcas, pero vale la pena hacer el esfuerzo de ver por qué puedes interesarle, qué puedes ofrecerle que quizá otros no. Ya lo dicen, el sentido común es el menos común de los sentidos. Gracias por pasarte, como siempre 🙂
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Mi marido, que se dedica a negociaciones en otros ámbitos, siempre refleja este tipo de pensamientos. No podemos aspirar a que nos den sin ofrecer algo a cambio. Hoy en día las relaciones se mueven en el binomio win-win, o sea: la marca gana y tú también. Lo que ya no es posible, o puedes lograrlo una vez y no más, como expones en el texto, es pedir, pedir y pedir si no tienes nada para dar. la primera vez puede colar, pero luego la marca hará balance de lo que le ha costado la inversión en tu espacio y lo que ha sacado a cambio. Si la rentabilidad es escasa o nula no va a volver a perder el tiempo con nosotros.
Las marcas no son el demonio, también tienen su corazoncito y a personas que trabajan para ellas, que quieren que se las trate con un mínimo de deferencia y profesionalidad. No creo que decir: tengo un blog y quiero escribir una opinión sobre un bote de mostaza (punto y final) vaya a conquistar a nadie. Ya hablé el otro día acerca de lo pedigüeños que podemos resultar los bloggers. Si yo fuera una empresa ¡me espantaría con facilidad!
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Amén, Lucía, tu marido tiene más razón que un santo y si no nos aprendemos bien lo del Win-Win por ambos bandos tenemos todas las de perder. Gracias por estar ahí, Lucía.
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Soy una novata en este mundillo, pero creo que las marcas se aprovechan un poquito de los blogs y estos de ellos, aunque al final no acabo de ver la rentabilidad que tiene un blog. Supongo que todavía me queda mucho por aprender, pero creo que siendo solo de contenido, por mucho que sea de calidad, y seas divergente porque tengas varias pasiones y dediques un blog a cada una de ellas, solo de contenido no se puede vivir…que digo vivir, o no tengo ni idea o no te da ni para el dominio y demás… Supongo que vosotras lleváis mucho en este mundillo, pero yo me siento perdida…
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El tema es, Zoraida, que todos somos novatos. Marcas, influencers y bloggers recién iniciadas. Y como a todos lados hay malas prácticas, en general sin mala fé mediante, pero es mejor saber cómo no hacer las cosas. Monetizar un blog no es fácil no es cosa de un día, requiere mucho esfuerzo y constancia. Y no sólo contenido, también diseño, un estilo propio, ideas novedosas, una comunidad y hasta una pizca de suerte. Así que al final lo importante es disfrutar del blog o el canal YouTube o lo que estemos iniciando? Y el resto llegará.
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Por cierto leí en su momento el articulo de madresfera y las marcas, y me ha encantado lo que has comendado, muchas veces se habla y se promocionan cosas, de las que no tenemos ni idea. Es una pena, con lo bonito que sería trabajar para una marca que realmente te gusta mucho y la que conoces a fondo, pero hoy por hoy creo que esto no existe, no?
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Claro que existe, Zoraida. Otra cosa es el entendimiento al que llegues con la marca. Si realmente te gusta, es posible que hables de ella sin que te regalen ni paguen nada, no? Si les gusta tu trabajo quien sabe si no te hacen su embajadora 😉
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