Vaya, vaya… No saquemos conclusiones precipitadas que nunca se sabe. Hay que ver cómo miden las herramientas un perfil falso y si distinguen de perfiles poco cualitativos en Twitter (no participan, no tienen comunidad, no tienen bio o foto personalizada), perfiles reales pero de la cochimbamba (y por tanto de poco interés real para la cuenta que ya me diréis para qué quieren seguidores en las Islas Fujii) o directamente falsos.
Pero es interesante aún así pararse a pensar: compran seguidores (presuntamente) para superar la masa crítica del inicio en que no te sigue ni tu madre? Para superar al adversario político y decir «yo tengo más» (aunque eso es presuponer que no te sigue gente contraria ni trolls)?
A mi me interesa más ver si ese perfil publica información interesante o no, si interactúa con su comunidad y en el día a día de la red social, si genera comentarios, retuits y favoritos… Lo que viene siendo la actividad y el engagement… Acuérdate de los consejos del Dr. TUBYSCU sobre el piestureo y los fologüers en Instagram. O de cómo se pilla antes a un mentiroso que a un cojo en esto de la influencia según Gaby Castellanos.
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Comprar followers, votos y otras prácticas oscuras (y fáciles) de la red no parece muy buena idea… Qué harías tú si necesitaras crecer o justificar un crecimiento rápido? Si alguien te boicoteara regalándote seguidores falsos o de dudosa procedencia?
¿Compran los Partidos Políticos Españoles followers en Twitter al peso? #infografia #socialmedia
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