Cuando abres un blog, la mayoría de las veces llevado por un interés personal, sin ánimo de lucro y con la sana intención de buscar un desahogo a tus inquietudes o ser un punto de información valiosa para la humanidad, antes o después llega el día en el que te encuentras cómodamente sentado en ese flamante despacho de blogger que te has montado (sí, porque en el mundo de unicornios blogueriles tú escribes en un entorno que ni en The Times, no en tu cutre móvil sentado en la parada del autobús, que eso no es cool) cuando llega ella: la primera propuesta para que vendas tu integridad por una crema. Y luego te invitan a un evento, y haces contactos y tú te ves lanzado al estrellato en menos de lo que duran dos telediarios. Y cuanto te visualizas en la cresta de la ola ¡pumba! Resulta que hay alguien que te envía una de esas famosas notas de prensa para que publiques gratis. ¡Gratis total! Gratis-free. Gratis sin ningún beneficio para ti. Ojo, que teniendo en cuenta que no conviene vivir como blogger al margen de la ley, igual hasta te están haciendo un favor ofreciéndote esa información de interés tan relevante para tu blog a cambio de nada. Si las marcas y agencias de comunicación lo hacen por ti. Para que ganes por partida doble: para que informes a tus lectores y para que Hacienda no tenga nada que recriminarte. En fin, que si aún no te has visto en esta coyuntura, que sepas que antes o después tú también pasarás por esto en tu aventura blogueril. Te oriento un poco sobre lo que te puedes encontrar, aunque los escenarios son tan variables como poca vergüenza tenga el encargado de turno para pedirte que trabajes sin cobrar.
1. Querida bloguera: esta información es de gran interés para tus lectores. A ver criatura que estás detrás del envío de la nota de prensa: si tú has llegado hasta mi blog, será que no lo estoy haciendo tan mal y que, efectivamente, he logrado tener una audiencia de cierto tamaño, con lo cual ¿vas a saber tú mejor que yo lo que quieren leer mis lectores? Que sí, que tu propuesta puede ser lo más revolucionario del mundo para mi sector, pero si no he hablado sobre ella antes por algo será. Que yo estoy muy al día de todo lo relacionado con mi temática. ¿Quieres que pruebe tu producto o servicio? ¿Quieres publicidad gratis? Te paso mis tarifas y seguimos hablando como trabajadores responsables, serios y bien cualificados.
2. Querida bloguera: no disponemos de presupuesto para estas acciones. No te preocupes criatura que estás detrás de la nota de prensa ¡si no me pillas por sorpresa! Ya me veía venir el percal y que tú lo que quieres es que te promocione gratis. Pues que sepas que empezamos con mal pie. Gratis, gratis, lo que se dice sin ver un céntimo ni una muestra de nada, pues sinceramente, así no vas a conseguir que me interese mucho el negocio que me propones. ¿Qué es de interés para mis lectores? No me cabe la menor duda, pero seguro que acceden a esa valiosísima información a través de otros bloggers menos “selectivos” que yo y más dados al altruismo empresarial. No sufras por ellos, que yo no sufriré al pensar en lo que vas a durar tú en tu puesto con semejantes técnicas de negociación y promoción en el marketing on line.
3. Querida bloguera: la multinacional no tiene un departamento que gestione la promoción en blogs. Excusa que es prima hermana de la anterior. O sea, querida criatura que estás detrás de la nota de prensa, tienes el enorme valor de mandarme tu información como quien no quiere la cosa, me haces perder el tiempo con mails de ida y vuelta y conversaciones que sabemos desde un inicio que no van a llegar a ninguna parte, y ahora intentas que te entienda, porque esa mega empresa internacional, que gasta millones de euros anuales en promocionarse en medios tradicionales (prensa, radio y televisión) y en marquesinas de autobuses y en estadios de fútbol ¿no tiene cuatro perras sueltas para dirigirse al público objetivo de un blog porque no tiene un departamento encargado? Si en el fondo te entiendo: la burocracia nos comerá un día a todos por las patas para arriba. Pero entiéndeme tú también. En mi casa tenemos la fea costumbre de querer comer todos los días y de pagar facturas. Tampoco tenemos un departamento que gestiones cada una de estas tareas de forma unilateral y sin interferencias entre ellas, pero ¡ay si no fuéramos capaces de organizarnos! Todos muertos de hambre, o de frío, o sin lavar de un día para otro. Si la empresa a la que representas no está interesada en tener presencia en medios on line ¿qué más te da que yo me haga eco de tus noticias desde mi humilde morada blogueril? ¿Lo haces realmente sólo por informar a mis lectores? ¿No pretendéis ganar nada haciéndome llegar esta información? Ambos sabemos las respuestas a todas estas cuestiones.
Cuando las relaciones entre una marca o su agencia de comunicación y un blogger se va por estos derroteros, poco arreglo suelen tener. Y un consejo de superviviente autodidacta en el 2.0: es mejor no confiar en promesas como que “cuando tengamos presupuesto para estas acciones serás el primero a quien contactemos”. Porque los días pasa, los meses pasan, los años pasan y la confianza ciega en gente a la que no conoces y que no te aporta nada puede resultar una pésima inversión de tiempo y esfuerzos a la larga. Que no os dé vergüenza negaros a estos acuerdos gratuitos. A ellos no les da ningún reparo pediros que trabajéis gratis, así es que no sois peores personas por pagarles con la misma moneda. ¿No?