La cosa -de los Influencers- se pone seria. Parece que sí va a ser una profesión y que hay que regularla. En los EE.UU. ha empezado el debate sobre si lo que hacen youtubers, instagramers y bloggers es publicidad encubierta o no. Y parece que el diagnóstico es que sí… Eso querría decir que a partir de ahora toda publicación pagada que haga un influencer debería advertir que es publicidad y atenerse a la legislación sobre la misma. No hablemos ya de los impuestos.
Una interesante noticia de La Vanguardia se preguntaba Se les ha acabado el chollo a las Blogueras?
Que las blogueras cobran dinero para sacar productos en sus redes sociales y en sus blogs no es ninguna novedad. Ha llegado un momento en el que lo raro es que no pidan nada por ello. El problema está cuando este tipo de publicidad encubierta se compara con la que tienen que hacer habitualmente el resto de mortales. Según determina la ley, y que aplican en todos los ámbitos y si no se les sanciona, se debe indicar cuando se está haciendo publicidad, sino es como si fuera encubierta y, por lo tanto, se podría considerar delito por publicidad engañosa.
A mí, personalmente, me parece obvio pensar que lo que lucen y promocionan los grandes Influencers es publicidad. Ahora bien, es cierto que si no te advierten no sabes si todos los post son patrocinados y tampoco sabes si al ser patrocinados son menos sinceros. Con bloggers y demás fauna de influencia online pequeñas las cosa se desdibuja aún más porque es cierto que a veces, muchas incluso, critican positiva o negativamente productos que se han costeado. O los han recibido gratis, pero eso no ata la opinión sincera tanto como unos cuantos miles de euros o dólares o incluso un contrato recurrente.
Luego está la cuestión del control: los Influencers suelen guardar celosamente su derecho a opinar libremente, su estilo y su libertad creativa. Las marcas que pagan post patrocinados pueden imponer cierta condiciones como un vínculo x, un código descuento, una puntualización importante. Pero las marcas no dictan su guión, eso es sacrilegio!
Siguiendo la estela del último post de Adela, nuestra nueva colaboradora, y su trabajo sobre si ser Influencer es o no una profesión, la siguiente pregunta parece obvia. Así que el debate está servido:
- -todo lo que dice un influencer es publicidad?
- -cómo identificarlo? Como publi reportaje?
- -cómo reaccionarán sus seguidores? Eran conscientes?
La verdad es que yo no sigo a muchos YouTubers, pero sí que a algunos de los que sigo cuando hay algo «promocionado por» lo dicen claramente. No es lo mismo que yo hable, porque quiera de una marca o un producto que yo (o mi madre) he pagado, o me ha tocado en un sorteo, a que me lo manden expresamente para esto.
En el caso de recibir algo para hablar, siempre lo pone explícito, y siempre doy mi humilde opinión (y recuerdo que es la mía y no tiene porqué coincidir con la de otros).
Creo que está bien que se regule, o que al menos se controle de alguna manera, para que, de ésta manera, el Influencer en cuestión también pueda sacar un beneficio a largo plazo (hablando en temas de cotizaciones y esas cosas).
Me gustaMe gusta
Totalmente de acuerdo, Mercè, lo habitual es avisar. Pero no siempre lo hacen. Y no sólo youtubers, el artículo de La Vanguardia habla de bloggers y todo tipo de Influencers. Está claro que por el bien de todos, habrá que clarificar la situación.
Me gustaMe gusta
Pues sí, porque no cualquier blogger puede costearse esta situación con las leyes que hay ahora. Y a ver cómo averiguaron los de Hacienda quién hace encubierta y quién no cobra por ello.
Me gustaMe gusta