Él influencer no amenaza

Querida Marca: hoy vamos a hablar de un tema muy serio. Los influencers no amenazan. No extorsionan (sí, sé que suena muy fuerte). Los influencers de verdad no se pegan una comilona con veinte amigos con lo más caro de la carta y a la hora de pagar te dicen que o gratis o queja en tal o cual foro. No te piden descuentos a cambio de no hundirte la reputación en la miseria. No van por ahí con prepotencia y malos modos. Las personas que actúan de ese modo son maleducados, prepotentes, matones de internet y otros especímenes de igual calaña. Son una pesadilla, una mal trago. Pero no son influenciadores.

Nos hemos quedado todos mudos de asombro con los casos desvelados por la reciente noticia  Cuando el cliente te chantajea: O me regalas la comida o te pongo a parir en internet del diario El Confidencial: 

Me dijo que era famosa, que hacía críticas de restaurantes y que su blog lo leía mucha gente. Que mirase a ver si se lo podía dejar gratis.

Pero la promesa del instagrammer no se cumplió: «Me tiré un mes entero como un gilipollas, buscando por todo internet a ver si en Instagram alguien había hablado de nosotros, pero nada. Y nos dijo cómo se llamaba, pero con los nervios ni nos acordamos. Así que nada, 142 euros que le regalamos a ese gilipollas».

(…)

Lo peor vino después, cuando llegó la cuenta de 85 euros (champán final incluido): «Me miró de arriba a abajo y me dijo que llamase al encargado, que quería hablar con él. Cuando le dije que la encargada era yo, el tío me dijo tan tranquilo que él solía poner críticas sobre restaurantes en muchas webs y que tenía muy buena reputación en todas. Y me lo soltó tal cual: ‘O me dejas la cena gratis, o te pongo a parir en Internet'».

Pero ¿qué hacer si nos encontramos en situación de tener que lidiar con uno de estos aprovechados? Cómo distinguimos un verdadero influencer de un cara dura que quiere una suite a precio de habitación individual o del matón que no quiere pagar la cena, el servicio de depilación o lo que sea?

  1. Ten claro que los influencers de verdad no van por ahí amenazando. Lo más que hacen es esperar a que les pidas colaboración o proponerte ellos un negocio. Antes. Antes del consumo. Porque a los influencers de verdad les va el negocio en ello, o la marca que han creado con esfuerzos y gracias a la cual han conseguido tener una comunidad fiel. Así que lo normal es que haya un pacto antes. Y eres libre de decir que no si no te interesa.
  2. El influencer de verdad se presentará con datos que son fácilmente contrastables: si no tiene un media kit con sus estadísticas más relevantes, por lo menos te dirá en que redes tiene perfil, con cuantos seguidores y cuáles son las temáticas de su especialidad. Así que si un listo te amenaza, no dudes en comprobar que esquíen dice ser.
  3. Comprueba que quien tienes delante el supuesto influencer: en Twitter, Instagram, YouTube, su blog o en linkedin habrá alguna foto suya y su nombre real a comprobar con DNI si es necesario. No sería de extrañar que más de uno se hiciera pasar por otro realmente conocido.
  4. Si resulta ser quién dice ser, comprueba sus perfiles: de verdad tiene x seguidores? Son activos? Le comentan y retuitean? Comparten sus post? Tienes derecho a comprobar. En plena amenaza puede que se ponga gallito y no te quiera dar tiempo a comprobar. Sospecha. Dile que no trabajáis así. Que las colaboraciones, que con mucho gusto hacéis, se pactan a priori y que incluso tenéis una agencia de marketing digital y relaciones públicas que estudia cada caso para ver si se adora acuestes estrategia y target.
  5. Si sigue amenazando sugiere grabar la conversación para que quede registro del contrato oral y pide documentación para segur adelante. Dile que declaráis vuestras colaboraciones y que por tanto hacéis factura sea el pago en dinero o en especies. Es posible que en este punto se eche atrás.
  6. Siempre puedes avisar a la policía. En serio. Es una extorsión en toda regla. O amenazar con llamarla, o con consultar con tu abogado o experto en social media.

La cuestión es que a veces nos sentimos acorralados. Tenemos las malas opiniones y el sano que puedan hacer a esa buena reputación que tanto nos ha costado construir.  Pero si cumplen su amenaza ya nos preocuparemos por denunciarlo y revertirlo. Lo importante es no ceder al chantaje. Porque nuestro desconocimiento y nuestro miedo es la fuerza de los abusones digitales.

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Acerca de Celia Ramón Wyser

Periodista que quería ser escritora, presente. Como tengo multiintereses, tengo multiblogs. En HayqueserPOSITIVO.com, reflexiones para buscar la puntilla optimista a este mundo de locos. En @1parde2, la loca vida de la maternidad gemelar. Y en @TUBYSCU, cuando después de trabajar en marketing y comunicación me da por ponerme irónica con el mundillo, un poco de influencers y dospuntocerolandia. ¡Virtuencantada!

10 comentarios en “Él influencer no amenaza

    1. Celia Ramón Wyser Autor

      Es que el pedir no está reñido con la educación y la cordura. Para mí no son Influencers, son aprovechados con modales de matón de colegio que encima dejan en mal lugar a los verdaderos bloggers, youtubers i influencers que quieren intercambios justos y honestos.

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  1. Mamá en Bulgaria

    Leí el artículo y me quedé horrorizada al ver que realmente hay gente que hace cosas así. Está bien que des consejos a las víctimas de estos chantajes, porque seguro que la mayoría no saben qué hacer y al haberles pillado por sorpresa ceden por miedo.

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  2. mamapuede

    El otro día cuándo leí el artículo me quede a cuadros con lo prepotente y el morro que tienen algunos.

    Está claro que no tienes que ceder al chantaje pero días después me contaron un caso de un hotel rural, pequeño que les pasó algo parecido (no dijeron nada de influencer pero la situación fue del estilo) no cedieron y se encontraron días después con comentarios malos en muchas páginas de opiniones de clientes.

    ¿Y luego como levantas eso?

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    1. Celia Ramón Wyser Autor

      Es complicado el tema de las opiniones en foros porque cada uno tiene sus normas y borrar comentarios es casi tarea imposible. Necesitas pruebas, como propietario, que el cliente que ha opinado miente o tiene mala intención, y lamentablemente no sueles tener pruebas. Para contrarrestar sólo te queda la opción de enterrar el comentario negativo con comentarios positivos. Puedes idear promociones y pedir a tus clientes de confianza que lo hagan (hay quien crea perfiles falsos pero es desaconsejable). Puedes responder al comentario (y dejar luego el agua correr pues es posible que te trolleeen y los troll ya se sabe que tienen mala leche y se crecen con las críticas). Puedes idear alguna promoción para influencers de verdad que te ayuden a sumar comentarios positivos de calidad. Y puedes confiar que los clientes que vean las opiniones serán lo suficientemente listos como para deducir que una mala opinión entre muchas puede ser un malentendido. Lo ideal sería llegar a un acuerdo amistoso (sin ceder a chantajes) con el que ha dejado la mala opinión para que la retire. Pero suelen pedir el oro y el Moro o no atenerse a razones. Por eso comentaba que era tan importante grabar la conversación y tener pruebas. Desde luego es un tema difícil y genera angustia. Pero hay que intentar no ceder al chantaje porque se sabe cuándo empieza pero no cuándo acaba.

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  3. casigata

    Madre mía. Hay mucho caradura suelto en esta jungla.
    Sobre los comentarios negativos en webs: Si la mayoría de los comentarios van en un sentido, y unos pocos van totalmente en el opuesto, algo te dice que o tuvieron un mal día en el establecimiento, o son de algún tocanarices, o has encontrado un pájaro de cuidado.
    En cualquier caso, como ya he dicho, hay mucho jeta por ahí.

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