Querida marca. O más bien, querido periodista, community manager, responsable de prensa, relaciones públicas 2.0 o becario encargado de buscar un listado de bloggers, youtubers, twitteros y otros especímenes molones en las redes sociales y en dospuntocerolandia… Sabemos que de pronto has descubierto que no te basta con las antiguas notas de prensa enviadas a ese listado de periodistas que guardas como si fuera el secreto de estado mejor guardado (aunque en realidad todos los departamentos de comunicación del país tienen el mismo listado ultrasecreto de periodistas guardado a buen recaudo).
Sé que has leído, te han dicho, has comprobado, te ha pedido dirección… que ahora lo que se lleva son los influencers. No sabes demasiado bien a qué atenerte. ¿Es un instagramer que tiene 50.000 seguidores pero ninguna otra red social un influencer? ¿Lo es la vecina del cuarto que se abrió un blog el año pasado y que tiene una lista de suscriptores de más de 2000 personas fieles que creen a pies juntillas que su opinión va a misa? ¿O lo es la actriz modelo de turno que se ha abierto un canal en youtube y que en un solo mes tiene ya una legión de miles de suscriptores? ¿Quizá esa madre mustia del colegio que por las tardes tuitea como una loca con 4.000 madres tuiteras más?
Lo sé, es muy confuso. Andas perdid@, no sabes dónde poner el mínimo ni dónde el máximo. Y por ahora no tengo la fórmula mágica (ya hablaremos de lo que es y lo que no es una persona realmente influyente otro día).
Pero te voy a decir una cosa: sea a quién sea a quién te quieras dirigir, asegúrate que…
- Es realmente el público al que te quieres orientar: por temática, intereses, edad, poder adquisitivo, comunidad de influencia… Si eres una marca de zapatillas deportivas no querrás dirigirte a bloggers que se han declarado de la liga del tacón de aguja, por ejemplo. Y si tienes un producto de lujo no irás a hablar con las caza chollos de la red «dámelo todo gratis».
- Mejor esperar que ofrecer un «quiero y no puedo». Tienes que saber a quién te diriges. Porque si bien a la blogger pequeña que está creciendo le puede parecer estupendo hacer un post para participar en un sorteo de tu producto, es posible que a la que lleva tiempo trabajando en su comunidad, día sí y día también, le repatee que le pidas un post «por el morro» para tener la posibilidad (que no seguridad) de entrar en sorteo de un champú. No pierdad oportunidades desde el principio, sería una lástima.
- No metes la pata de buenas a primeras desde la presentación. Personalizar con el nombre de la influencer para hacer ver que la «conoces» pero equivocarte precisamente en su nombre no es buena idea. Sé que tienes prisa, que el becario no da para más, que un fallo lo tiene cualquiera, pero vale más fijarse (y te lo dice una que llamó Alexandra a una Yolanda, sin querer, pero lo hice).
La cuestión es que no hace falta que ahora te entren las pti sas. Recuerda lo que decían nuestras abuelas (aunque ahora ya no esté de moda): «Despacito y con buena letra». Está claro que en la relación de las marcas con las influencers tenemos aún mucho que aprender y es un mundo nuevo, sin normas definidas ni comportamientos claros. El sentido común ayuda, pero luego hay que lidiar con prisas, desconocimiento, equivocaciones y algunos egos. Porque, queridas amigas influencers, en el próximo post os tocará a vosotras. Una de cal y otra de arena 😉
Si te ha gustado este post, comparte, y sobre todo, ¡comenta! ¿Qué perrería te han hecho las marcas? ¿Qué error garrafal cometiste tú? Cuenta, cuenta, que estamos para eso 😉
Yo ahora ya no tengo problemas porque cambié de blog y decidí pasar de todo esto, pero como anécdota, recuerdo que nosotras eramos varias en el blog y la mayoría de los que nos escribían (no todos eh, alguno acertaba ) se dirigían a nosotras en singular, o nos ofrecían cosas que no pegaban con la temática.. Vamos, que a algunos se les notaba que ni sabían que blog era jaja.
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La automatización y las prisas es lo que tienen, Sra. Jumbo, y los blogs colaborativos son todo un tema. Desde la motivación para crearlos hasta el porque se mantienen o se disuelven. Seguramente la empresa que contacta un blog así debería saber quiénes escriben y quién escribe qué para dirigir mejor la oferta. Muchas gracias por pasarte a comentar.
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¡Ay Celia! ¿Tú crees que te harán caso? A mí me encantaría que la gente se pusiera al día con estos temas. A mí muchos me llaman J. y eso que en al apartado de «Quiénes somos» de mi blog adjunto foto y descripción completa de los miembros de esta familia. Pues o no leen o lo interpretan como quieren. Hay grandes marcas que ofrecen pequeñas miserias para que les cedas espacio en tu blog, y si se lo niegas encima arremeten diciendo que su producto es de gran interés para tus lectores ¿y qué sabrás tú de mis lectores? Si no sabes ni la inicial de mi nombre pese a que lo tengo escrito completo por todas partes. En fin, que espero que no esté todo perdido y que estas relaciones entre blogger y marcas se reconduzcan de buenas maneras.
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Lo cierto, Lucía, es que para las marcas es un mundo relativamente nuevo y muchas van con mentalidad de gabinete de prensa. Y es que las relaciones con las redacciones y los periodistas eran más claras y simples. Espero que poco a poco marcas y bloggers encuentren el punto intermedio de cordialidad y el tipo de relación idónea, pero habiendo tanta variedad de blogs, bloggers y susceptibilidades no es fácil. Ya hablaré otro día desde el otro lado de la barrera que también tiene mucha tela. Pero tienes toda la razón, alguien debería tomarse la molestia de visitar tu blog, leer ni que sea en diagonal, ver tu perfil y llamarte por tu nombre. Encantada de tenerte por aquí comentando 🙂
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Muy bueno el post y real como la vida misma y te lo dice una que tiene un blog super peque, no me imagino lo que podrán explicar las que tienen blogs con muchas visitas.
Las marcas deben aprender a tratar con las bloggers, ya que para muchas el blog no es un trabajo y no es lo mismo que dirigirse a un periodista.
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Toda la razón! Un blogger no es (siempre) un periodista y por tanto el trato debe ser otro completamente distinto. Para empezar un blog suele ser algo muy personal, por eso debe irse con cuidado de no meter la pata. Yo tengo fe. Muchas gracias por comentar, La mama fa el que pot 😊
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Puffff, yo estoy de ese tipo de correos hasta las mismísimas narices. Cosas no personalizadas, agencias que te perdonan la vida y te hacen favores ¡cuando la que trabaja eres tú! Yo ya estoy harta y hace tiempo que denuncio estas cosas porque ya que nos pasan ¡por lo menos nos podemos reír de ello!
Hace tiempo escribí esto precisamente sobre el tema (si no aceptáis enlaces, lo borráis y tan amigos: http://www.mamisybebes.com/2013/03/queridas-marcas-soy-bloguera-no-estupida/)
Un abrazo
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Walewska, per qué grande tu respuesta, qué grande tu post y qué grande la respuesta que les diste haciendo la analogía con el ligoteo!!! Porque se eso se trata, de seducir, convencer de buenas maneras, llegar a un entendimiento, a un Win-Win! Cómo voy q borrar el enlace? Ni hablar! Es más, si me lo permites me encantaría compartirlo en este blog como ejemplo en modo «repost», seria un honor. En cualquier caso, está claro que por el camino nos hemos perdido las normas de cortesía y a veces el sentido común. Otro día os explicaré cómo se ven y suceden las cosas desde el otro lado. De momento, muchas gracias por tu comentario.
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Qué te parece entonces, Walewska, compartimos tu post en este blog en el apartado «casos reales» (que recién inauguraríamos)?
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Ahí le has dao! está genial lo que cuentas, y está genial tu blog Celia…yo quizás tenga algo que contar…ya son unos cuantos añitos encontrándome de todo… pero ya te diré;) un besazo guapa!
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Deseando estoy saber de esas anécdotas, Paris, porque de todo podemos aprender (lo que debemos hacer y lo que no). Te espero con los brazos abiertos 🙂
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A mi también me.cambiaron el nombre, pero era una colaboración con muy buena intención y no pasa nada. Pero a veces si que escriben con eso de habla de nosotros y te mencionamos en fb que tebemos nosecuantos seguidores… Py cuando les.dices que no se ofenden y todo…
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Parto de la base que casi siempre los errores han sido sin mala intención y fruto del despiste, las prisas, el estrés, la falta de información o incluso un mal planteamiento estratégico. Lo de la ofensa, depende del tono que uno piensa que tiene el otro al otro lado de la pantalla y puede achacarse a un malentendido, aunque si lanzas como empresa una oferta deberías estar dispuesto a aceptar un no por respuesta, no todos tenemos porqué tener los mismos intereses y prioridades. Gracias por pasarte a comentar, Lydia.
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Hace algo más de un mes, conté en mi blog lo que me había pasado con una marca potente que me dejó bloqueada. Sí, me hicieron la pelota y pretendían q hablara de ellos así, porque sí… http://nosoyunadramamama.com/2015/03/09/como-trabaja-una-mama-bloguera/
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Muchas gracias por tu aportación, Carmen. Lo has explicado muy bien. Me temo que en España esto del marketing de influencers está aún en pañales a pesar de ser la «última» moda y muchas veces se provista demasiado, no hay presupuesto contemplado para este tema o se peca de «si cuela, cuela». Si te parece bien, estaría encantada de compartir tu post a modo de ejemplo real en este blog. Mientras tanto, gracias por pasarte a comentar 🙂
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Gracias a ti por este blog! Claro, comparte lo que quieras, porque hay cosas que hay que contarlas para que no nos tomen por tontas!
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Pingback: Soy bloguera, no estúpida: reblogueando a Walewska | Tengo un blog y sé cómo usarlo
A mí no me han llegado muchas ofertas, pero recuerdo que me mandaron un correo llamándome por otro nombre y dirigiéndose a mí por otro blog. Ni me molesté en responderles!
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A veces es un error humano, pero está feo.
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Pingback: La nota de prensa que mató tu relación con un blogger | Tengo un blog y sé cómo usarlo
Reblogueó esto en ctiscarvy comentado:
Gran artículo de Celia Ramón Wyser sobre el contacto con influencers. Al final, todos somos personas, ni más ni menos 🙂
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